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[Editor’s note: Name changed in this article to protect NCLR client’s privacy.]

After a lifetime of hardship, Sammie, an NCLR Immigration Project client, has finally found a new sense of community and belonging with the San Francisco based organization El/La Para TransLatinas. With the strength of her community behind her, Sammie continues to spread positivity for all transgender Latinx people escaping persecution and extends her support to those who are still struggling. As part of Transgender Awareness Month, Sammie has agreed to share her story of resiliency with us so that we might all learn and be moved by her words.

Sammie grew up in Latin America knowing that her gender identity didn’t match the body she was born in. As a trans woman, she faced an endless barrage of physical and emotional abuse from friends and community members for expressing herself authentically. As she got older it became clear that she could not continue to live in her home country without fear of being abused, assaulted, or killed. She made the painful decision to leave her family and escaped to the United States hoping to find a life free of constant persecution. However, the road to asylum for transgender immigrants is long and painful.

When Sammie arrived at the US-Mexico border, she was immediately pressured by Border Patrol officers to voluntarily sign her own deportation order. When she refused, the border agent became aggressive. “He yelled at me,” Sammie told us. “He told me I was making him angry and demanded that I sign the papers.” Eventually her protests were taken legitimately, and her asylum claim was heard by the Border Patrol agents. However, the disregard displayed by the authorities at the border deeply affected Sammie. “I felt very bad because of the mistreatment and abuse of the agent’s authority,” she said. Unfortunately, this is not the last time Sammie would experience mistreatment at the hands of immigration officers.

Although her claim was heard and acknowledged for its validity, Sammie was placed in Immigration and Customs Enforcement (ICE) detention, where she was subsequently transferred to multiple different detention centers before being released. During her time in detention, she saw and experienced tremendous suffering and maltreatment. In one instance, Sammie was left to console several other detained women who were forced to soil themselves after not being allowed to use the bathroom while waiting to be transferred. In reflecting on these painful memories, she remembers that she “inevitably broke [after seeing her friends being abused] and let go the tears [she] had been holding back.” This is something that will always mark her.

Transgender women face intense gender-based discrimination and violence. Transgender immigrant women of color face additional burdens as they face discrimination and subjugation of each of their marginalized identities.

Despite the pain and suffering, these women prevail.

After being released from the detention center, Sammie found community through El/La Para TransLatinas, a collective of transgender Latinas working to uplift and support each other. Sammie also expressed her gratitude for the support from the dedicated members of NCLR’s Immigration Project. “They have helped me so much all this time,” she said. “I owe them a lot for seeing me cry and laugh…I will be eternally grateful for their unconditional support.”

Sammie’s case is currently pending, and NCLR is hopeful that she will be able to resolve her immigration status in the coming years. Sammie continues to put positivity into the world through her kind and caring nature. For other transgender women in conditions of subjugation she says this:

Hi, I am a trans woman, same as you. Don’t be afraid to speak about the bad moments that you spent in your country. Now you are heard and respected and, in this country, we are ready to support you. It is not easy to overcome all the bad we’ve lived through, but it is not impossible either. You will see that together we will never be defeated. Come with us, you can, I know you can. God bless the people who can make their voices heard, amen. 

NCLR encourages all of us to do our part in uplifting transgender voices and thinking critically about these structures in our daily lives that work to subjugate transgender and gender nonbinary people. Please also take some time to learn more about and support Bay Area transgender organizations, including:


Elevando Voces Transgénero – La historia de nuestra cliente

[Nota del editor: nombre cambiado en este artículo para proteger la privacidad del cliente NCLR]

Después de toda una vida de dificultades, Sammie, una cliente del Proyecto de Inmigración de NCLR, finalmente ha encontrado una nueva comunidad, casa, y pertenencia con la organización en San Francisco llamada El/La Para TransLatinas. Con la fuerza de su comunidad para respaldarla, Sammie continúa compartiendo la positividad para todas las personas transgénero Latinx que escapan de la persecución y extiende su apoyo a aquellos que todavía están luchando. Como parte del Mes de Concienciación de las personas Transgénero, Sammie ha aceptado compartir su historia de resiliencia con nosotros para que todos aprendamos y nos alienten con sus palabras.

Sammie creció en un país de Latinoamérica sabiendo que su identidad de género no coincidía con el cuerpo en que nació. Como una mujer transgénero, se enfrentó a innumerables abusos físicos y emocionales de amiges y miembres de la comunidad por expresarse auténticamente. A medida que crecía, se hizo evidente que no podía seguir viviendo en su país de origen sin temor a ser abusada, agredida y asesinada. Tomó la dolorosa decisión de dejar a su familia y escapó a los Estados Unidos con la esperanza de encontrar una vida libre de persecución constante; sin embargo, el camino hacia el asilo para los inmigrantes transgénero es largo y doloroso.

Cuando Sammie llegó a la frontera de Estados Unidos y Mexico, fue inmediatamente presionada por agentes de la frontera para firmara voluntariamente su propia orden de deportación. Cuando ella se negó, el agente fronterizo se volvió agresivo, “El me grito. Con exigencia, me dijo que lo estaba haciendo enojar y que firmara dichos papeles.” Eventualmente, sus protestas fueron tomadas legítimamente, y su solicitud de asilo fue escuchada por los agentes de la frontera. Sin embargo, el desprecio mostrado por el agente de la frontera afectó a Sammie, “me sentí muy mal por el maltrato y abusos de autoridad de parte del agente.” Desafortunadamente, esta no es la última vez que Sammie experimentaría maltrato a manos de oficiales de inmigración.

Aunque su petición fue escuchada y reconocida por su validez, Sammie fue puesta en detención de ICE, donde posteriormente fue trasladada a varios centros de detención antes de ser puesta en libertad. Durante su tiempo de detención, vio y experimentó un tremendo sufrimiento y maltrato. En un caso, Sammie tuvo que consolar a varias otras mujeres detenidas que se vieron obligadas a ensuciarse después de no poder usar el baño mientras esperaban ser trasladadas. Al reflexionar sobre estos recuerdos dolorosos, recuerda que ella “inevitablemente se rompió el corazón [después de ver a sus amiges siendo abusades] y dejó ir las lágrimas [ella] había estado reteniendo. Esto es algo que siempre marcará a [ella]”.

Las mujeres transgénero se enfrentan a una intensa discriminación y violencia por parte del género. Las mujeres inmigrantes transgénero de color se enfrentan a cargas adicionales, ya que se enfrentan a la discriminación y el sometimiento de cada una de sus identidades marginadas.

A pesar del dolor y el sufrimiento,estas mujeres salen adelante. Después de ser liberado del centro de detención, Sammie encontró comunidad a través de El/La Para TransLatinas, un colectivo de latinas transgénero que trabajan para elevarse y apoyarse mutuamente. Sammie también agradece el apoyo para de miembros dedicados del Proyecto de Inmigración de NCLR, “Me han ayudado todo este tiempo.Les debo muchísimo por haberme escuchado llorar y reír … les estaré eternamente agradecida por su apoyo incondicional.”

El caso de Sammie está pendiente, pero esperamos que su estatus de inmigración se resuelva en los próximos años. Sammie sigue poniendo la positividad en el mundo a través de su naturaleza amable y cariñosa. Para otras mujeres transgénero en condiciones de sometimiento dice lo siguiente:

Hola soy una chica transgénero al igual que tu. No tengas miedo de hablar por aquel mal momento que pasaste en tu país. Es hora ser escuchadas y respetadas y este país nos da su apoyo listas. No es fácil superar todo lo malo que vivimos pero tampoco es imposible. Ya verás que unidas jamás seremos vencidas. Vamos tu puedes yo sé que si. Dios bendiga a cada una de las personas que puedan hacer escuchar a nuestras voces, amén.

NCLR nos alienta a todos a hacer nuestra parte en la elevación de las voces transgénero y pensar críticamente sobre estas estructuras en nuestra vida diaria que trabajan para subyugar a las personas transgénero y no binarias de género. Tómese también un tiempo para obtener más información y apoyar a las organizaciones transgénero del área de la bahía, incluyendo:

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